lunes, 23 de abril de 2012

It´s not you, it´s mine.



Nos levantamos después de sucumbir bajo viento, mar y marea. Nos lamimos las heridas de guerra, cuando en realidad solo queríamos jugar. Y sonreíamos a los espejos cuando todo el mundo quería llorar. Fuimos fuertes, y creímos que nada podría con nosotros. Que dos y dos eran uno, y uno era infinito. Sin limites, perfecto, radical, prolongación total a tiempo parcial. Hasta que se nos calló el mundo a los pies. 

Los chicos son fáciles. Solo buscan tres cosas: comida, deporte, y chicas. Y punto. Bueno, también buscan respirar, pero solo porque es estrictamente necesario. Es así; no piensan mucho las cosas, y hacen todo sin tener en cuenta las consecuencias. Pero por fin, yo había creído que había encontrado a un chico que no era así. Las cosas pasaron bastante rápido. Se acabó la primera evaluación, y N salió una noche con sus amigos, a desfasar como nunca, porque habían acabado su primera evaluación pre-selectividad. Habíamos quedado en vernos al día siguiente, pero no fue así. En verdad, no sé que pasó esa noche, ni si quiera creo que realmente quiera saberlo. Simplemente, esa fue la noche en la que todo cambio.
Pasaron los días, uno tras otro. Y evasivas, largas evasivas, como si el mundo hubiese decidido que no merecía la pena seguir luchando por lo que quieres. Y, finalmente, se acabó.

No hubo lágrimas, no en público. Eso si, no puedo llevar la cuenta de las noches que dormí por agotamiento de tanto llorar. Pero nadie lo supo, solo yo, yo y mi almohada. Fue dos días antes de Fin de Año. ¿Consecuencias? Devolví a la tienda mi vestido para esa noche, rosa, a juego con su corbata. No quería verlo, nunca, jamás, ni tener nada que ver con él. Mi madre me convenció para volver a comprar el vestido, pero solo quedaba en negro. Míticos los vestidos negros en Fin de Año. 

Solo quedaba prepararse para la gran noche, después de tres meses juntos. Para bailar, esta vez, con un chicos, dos, tres, o los que hicieran falta, pero que no oliesen como él, me abrazasen como él, bailasen como él. Solo pedía que no me mirasen como él. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario